Experimentos científicos en casa
Los experimentos y los juegos científicos
son actividades emocionantes, que captan la atención de grandes y
pequeños. La ciencia y los mecanismos que regulan la naturaleza y el
mundo se pueden aprender fácilmente gracias a ellos. Resultan
herramientas perfectas para entender la realidad.
A través de los experimentos, los niños son actores del proceso de
aprendizaje: desarrollan hipótesis, identifican consecuencias, solicitan
información adicional y comprenden los mecanismos que gobiernan la
realidad.
Los beneficios son muchos: por un lado, se demuestra que gracias a
los experimentos, los niños desarrollan más la curiosidad por todo lo
que les resulta desconocido, y se aproximan a los problemas con más
entusiasmo. Además, el proceso de aprendizaje es activo: en lugar de
incorporar de forma pasiva la información y el conocimiento, se hace de
forma activa, con más atención, participando, escuchando las ideas de
los demás y aplicando el trabajo en equipo.
Al mismo tiempo, se aprende
la importancia de respetar diferentes opiniones y de reflexionar para
llegar a conclusiones correctas.
El factor sorpresa al final de un experimento también es ideal para
captar la atención de los niños, especialmente de aquellos con edades
comprendidas entre los 6 y los 12 años. Aprender a aprender no es un
juego de palabras, es el verdadero objetivo de la ciencia. Los niños
son, por naturaleza, pequeños científicos, receptores perfectos de
información, y una gran fuente de curiosidad por descubrir aquello que
les rodea. La ciencia en edades tempranas ayuda a desarrollar
correctamente el pensamiento crítico, a observar y a razonar.
Os dejo un enlace donde encontraréis 15 experimentos científicos super divertidos para realizar en familia.